¿Quieres perder peso y no sabes cómo? ¿O incluso sabes cómo pero no puedes llevarlo a cabo? Y si bajas peso… ¿es realmente grasa?
A menudo me encuentro con pacientes que sienten que deben hacer algo al respecto con su peso. Puede ser por algún tema de salud en concreto, simplemente por bienestar general, por rendimiento deportivo o bien porque no están a gusto con su cuerpo.
Pero…al llevarlo a la práctica no es tan fácil en la gran mayoría de los casos.
¿Porqué? Pues porque pueden aparecer dificultades de origen multifactorial, entre las que podríamos encontrar: falta de motivación, baja adherencia al seguimiento dietético, aburrimiento durante el proceso, falta de tiempo y/u organización, ansiedad, falta de voluntad y reiterado incumplimiento de la dieta, una vida social activa que nos complique la bajada de peso, problemas logísticos al implementar la nueva pauta de alimentación, problemas económicos para obtener ciertos alimentos, dificultades asociadas a realizar distintos menús para los diferentes miembros de la familia…
Es entonces cuando suele aparece una tormenta de pensamientos negativos que te dicen que no puedes, que por más que lo intentes no lo conseguirás, que no sirves para esto, que más vale que renuncies, que lo has intentado tantas veces que no tiene sentido…y te inunda la pena, la tristeza, la impotencia, la rabia contra ti mismo/a, la frustración, la baja autoestima…
Y este proceso aún nos incapacita más y nos hace entrar en un bucle para nada positivo ni constructivo. Es como un pez que se muerde la cola.
Hay, además, otro factor imprescindible: La composición corporal. Es decir… ¿Realmente estoy perdiendo masa grasa? ¿O es simplemente agua y masa muscular?
Lo importante no es el peso total (el número en sí) sino la materia de dicho peso. Esa materia es la que determinará si perdemos más o menos centímetros. Si se nos notará el cambio en volumen, o si por el contrario perderemos tono muscular y ganaremos flacidez al perder kilos.
Otro tema importante: La cantidad de peso que se desea perder. Siempre deberemos hacer dietas específicas y graduales, puesto que no es lo mismo perder 5 kilos, que perder 10 kilos, por ejemplo.
Si sientes que debes hacer algo y quieres conseguir tu objetivo para poderlo mantener a largo plazo… Si lo tienes en mente y realmente lo deseas… Pero sigue siempre siendo un “propósito de año nuevo” una y otra vez… Quizás debas probar algo diferente.
Probablemente necesites cambiar la manera y encontrar otro tipo de soporte.
Para que de nuevo no sea “el cuento de la lechera” y se desvanezca…hay que cambiar el sistema. Buscar otra manera… TU MANERA.
Tan sólo de este modo podrás verte mejor, sentirte bien contigo mismo y conseguirlo a tu ritmo.
Mi propósito como Nutricionista y Coach es ayudarte en el proceso de pérdida de peso y grasa para que lo puedas llevar a cabo de la mejor manera posible, viviéndolo como algo positivo, ¡y no como algo “torturador”!
Así también te será un proceso más agradable, no frustrante, y que perdure en el tiempo.
Realizando dietas realistas y pautas personalizadas se puede facilitar mucho la vida del cliente durante el proceso del cambio.
¡De nada sirve la mejor dieta del mundo si no se adapta a ti, ya que la abandonarás rápidamente!