El mindfulness, o atención plena, es una práctica que consiste en estar presente en el momento actual de manera consciente, sin juzgar. Se basa en la meditación y la atención plena en el ahora, y se utiliza para reducir el estrés, mejorar la salud mental y aumentar la conciencia de uno mismo.
El mindfulness se puede aplicar a la alimentación a través de una práctica conocida como «mindful eating«. Esto implica prestar atención a la experiencia del comer, incluyendo los sabores, texturas y olores de los alimentos, así como las señales de hambre y saciedad del cuerpo.
Nos ayuda a centrarnos en el acto de comer, a disfrutarlo sin juzgarnos, a evitar distracciones y comer más lentamente. El hecho de escuchar a nuestro cuerpo y aprender a respetarlo es una muy buena manera de conectar con nosotros y no sentirnos culpables al comer.
El mindful eating ayuda a mejorar nuestra relación con la comida, a mejorar nuestro peso corporal, a reducir la ansiedad por comer, a mejorar nuestras digestiones y a reducir nuestros niveles de estrés.
Es una herramienta poderosa que no solo mejora la relación con la comida, sino que también promueve la salud y el bienestar general. Si bien puede requerir práctica y paciencia, los beneficios a largo plazo son significativos, tanto para la salud física como mental.